A la hora de hacer una buena fotografía de interiores es importante la parte técnica que requiere tener unos conocimientos específicos y un equipo fotográfico adecuado, pero también tenemos que contar con las herramientas necesarias para saber «transmitir sensaciones».
La persona que está buscando a base de fotos el piso de su vida tiene que sentirse atraído por él para decidirse a visitarlo. A través de las fotos, el cerebro del futuro inquilino o comprador proyecta la imagen de su nueva vida en ese espacio que previamente ha sido preparado y fotografiado.
Aquí entra en juego el Neuromarketing del que hablaremos detenidamente en otro post. Adelantamos que es una técnica de marketing que estudia qué tipo de sensaciones son las que gustan a nuestro cerebro y de cuáles huimos a la hora de comprar. La vivienda que estamos preparando y comercializando debe cautivar a su futuro morador a través de los cinco sentidos. Primero lo hará a través de imágenes y a continuación en persona.

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Una intervención de Home Staging necesariamente debe culminarse con un reportaje fotográfico que ponga en valor todo el trabajo bien hecho. El visitante «on line» quiere encontrarse con estancias atractivas y acogedoras que le generen «sensaciones de hogar»
Antes de comenzar la sesión fotográfica es imprescindible que planifiquemos adecuadamente el trabajo y le dediquemos el tiempo que sea necesario para analizar cada estancia. Entre otras muchas cosas, analizaremos a qué hora es mejor tomar cada foto en base a la orientación del inmueble, desde qué perspectiva se harán, si es necesario recolocar o retirar algún elemento previamente, qué fotos serán necesarias para que las personas que estén viéndolas en internet, sin conocer la vivienda sean capaces de entender su distribución y la utilidad que tiene cada estancia, etcétera.
Hay multitud de trucos para dar a la estancia sensación de orden, luminosidad, calidez o mayor amplitud:
A través de las fotos tenemos que conseguir transmitir al ojeador de viviendas su distribución, la utilidad de cada espacio, su tamaño y proporciones reales, amplitud, luminosidad, etc.
- En favor de la luminosidad, subir las persianas a tope, todas a la misma altura, y dejar entrar la luz.
- Abrir las cortinas siempre que el exterior merezca la pena.
- Fotografiar un pasillo hacia el extremo que tenga más luz.
- Dejar las luces del interior de la casa encendidas da más calidez al ambiente que estamos fotografiando.
- Recolocar de forma estratégica los elementos que haya en la estancia para transmitir orden y amplitud. Dejar pocos elementos, que no se monten visualmente unos encima de otros y que se alejen de la cámara hacia el fondo.
- Situarse en una esquina para tomar la imagen en diagonal o cortar el marco de un lado de la ventana. Pero, ¡ojo! siempre teniendo presente que tenemos que transmitir la proporción y el tamaño real de las estancias para que los futuros inquilinos que vayan a ver nuestro piso no se decepcionen al encontrarse con estancias más pequeñas de lo que realmente vieron en las fotos.
- Cuando trabajamos en interiores lo hacemos con objetivos angulares que deforman mucho los extremos, por lo que en ciertas estancias como la cocina, el baño o los dormitorios, hay que bajar la cámara para que lo que estamos fotografiando de una sensación natural en cuanto a sus proporciones reales (p.ej. cuando vamos a fotografiar una cama o un mueble de baño).
En próximos posts explicaremos con qué equipo fotográfico debemos contar para poder hacer buenas fotografías de interiores y mostraremos los ajustes manuales a realizar en la cámara antes de comenzar con la sesión fotográfica.